Los pernos de anclaje se utilizan como soporte en diversas situaciones mineras y de ingeniería civil. La prueba de tracción se usa para obtener una medida cuantitativa del rendimiento relativo de diferentes sistemas de anclaje en el mismo tipo de roca.
El perno se tracciona hidráulicamente, midiéndose al mismo tiempo el desplazamiento de la cabeza del perno. El perno se tracciona hasta que la roca o el sistema de anclaje fallen. Las capacidades máximas y de trabajo del perno se calculan a partir de la curva de carga versus desplazamiento
El objetivo del método es medir el rendimiento del anclaje, pero no del perno mismo. Por lo tanto, para asegurar que la respuesta del perno durante la prueba sea mínima y previsible, se han especificado pernos de alta resistencia y de corta longitud (6 a 8 pies (1.8 a 2.5 m)). El perno debe tener la longitud justa para asegurar que no se produzca una falla de la masa rocosa.